El pasado domingo en el Rizal estuvo bastante animadito, ahí estuvimos Paco, Chiqui, Ilda, Fernando y yo.
Parece mentira, pronto hará un año del día en que Carmen fundo el marketing directo para protestar contra el atropello y todavía pasan vecinos que nos preguntan, se sorprende y agradece nuestro trabajo.
Una pareja se nos acerco a contarnos los interesante del recinto y que esta todo muy bonito y tal, pero claro luego nos cuenta la frustración: nos decían “la pena es que solo podemos dar vueltas como bobos.” Está es la realidad que se esta viendo poco a poco. El sitio es necesario y lo demuestra la cantidad de gente que lo usa, pero la frustración que causa el estar dando vueltas al rededor de un espacio tan grande donde unos pocos golpean bolitas amarillas se esta haciendo patente entre los que usan el parque.
Se me ocurrió dar un tríptico , como lo suelo hacer en ciertas ocasiones, a un joven golpeador de bolas (llevaba un palo de esos) que pasaba por ahí, hizo un amago de resistirse a coger el papel pero lo cogió. Comenzó a leer un poco, se paro, dio media vuelta y se acerco a
Bueno solo quería contaros que los domingos pasan cosas en Rizal.
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