En algún momento llegamos a ser unos cuatrocientos vecinos recorriendo la calle Vallehermoso, nos hicimos notar y dimos la nota con pitos, tambores, árboles y canciones. Todos cantamos, bailamos y transmitimos al barrio el mensaje de que otro parque es posible. Cunado llegamos a la estatua de Rizal hicimos una representación de lo ridículo y pernicioso de los argumentos de la señora Aguirre para su campo de golf en Chamberí. Finalmente concluimos abrazando un lateral del parque, la próxima vez conseguiremos dos. Muchas gracias a todos los que habéis colaborado en este evento y a QC por sus magnificas imagenes del evento