Por un parque público y el deporte de base en Chamberí

Los vecinos de Chamberí no tenemos ningún parque grande. Siempre hemos mirado con envidia ese espacio lleno de césped pero inaccesible que era el depósito del Canal. En el 2003 nos prometieron un gran parque, con campos deportivos, con un gran estanque. Y como salió en la prensa nos lo creímos. Por eso cuando a principios de año se iniciaron las obras todos pensamos que, ¡ por fin!,estaban construyendo el gran parque, sin darnos cuenta, de momento, de que se trataba de un proyecto distinto y de que nos estaban engañando por falta consciente de información.

Pero a medida que avanzaban las obras, empezamos a ver unas monstruosas torres metálicas , comenzamos a darnos cuenta de lo que se nos venía encima, y sentimos una gran indignación. Tras el verano, el asombro y la indignación crecían en la misma medida que aparecían los nuevos engendros, pero a la vez, no nos parecía posible intentar pararlo ya. Toparse con la Administración desorienta.

Afortunadamente, una vecina colgó una pancarta en su balcón, enfrente del parque y encendió la mecha de una ilusión, nos dio la pista de cómo actuar: Agruparnos y hacer recapacitar a la Comunidad de Madrid. Algunos vecinos empezamos a reunirnos y entonces supimos el alcance de la operación, las canchas disparatadas de entrenamiento de golf, el campo de golf de nueve hoyos, la conversión del campo de fútbol del Canal en apartamentos, la expulsión de los chavales que entrenan en el campo, la gestión privada del nuevo espacio polideportivo, el pliego de condiciones que permite cobrar un euro por entrar, la conversión del Vallehermoso en estadio olímpico expulsando en el camino al club Maratón y su labor con los chavales.

Seguimos reuniéndonos los vecinos, representantes de las APAS, de los usuarios del campo de fútbol, de la AA.VV. “El Organillo”, e incluso algún representante de los partidos políticos. A mediados de Noviembre supimos que las obras no tenían licencia, y que había habido una orden de paralización de las obras en octubre, orden que no se ha cumplido hasta la fecha. Esto nos infundió nuevas esperanzas, la obra es ilegal, tiene que pararse, y debe abrirse un diálogo entre la Comunidad de Madrid y los vecinos, para definir las necesidades del barrio.

No tiene sentido ocupar el único gran espacio disponible en Chamberí con unas canchas de entrenamiento de golf , donde sólo van a poder jugar los que estén federados, encerrados en unas redes que colgarán de torres de 30 metros, en un ambiente que recuerda más a un campo de concentración que a un espacio deportivo y con otro campo para los ya iniciados en esta diversión de élite rodeado de una valla de aislamiento de tan solo metro y medio, así que ya podéis imaginar el riesgo que corren las cabezas de las personas que estén paseando cerca. Como no tiene sentido que, al sentarnos en los bancos del parque actual, en lugar de contemplar el vuelo de los pájaros, tengamos que contemplar el vuelo de las peligrosas pelotas de golf. Resumiendo, contaminación visual, contaminación acústica e inseguridad.

Y es que sucede que en el distrito no se puede jugar al baloncesto sin alquilar una pista entera ( en todo el distrito solo hay 3 canchas ), no hay ninguna piscina cubierta pública. Hay necesidades en el terreno deportivo, para el deporte de base, pero el golf no es una de ellas. Hay deportes que requieren grandes espacios y no tienen cabida en el centro de las ciudades, tampoco hay campos de polo, ni hipódromos, ni campos de tiro al plato, no en la almendra central.

Y todo ello en Chamberí, el distrito con menos zonas verdes de Madrid. Incluso en esto salimos perdiendo, porque el césped natural que había se substituye por césped artificial que consume agua pero no consume C02.

Los vecinos de Chamberí nos ofrecemos a hablar con la Comunidad de Madrid de lo que queremos que sea el espacio. Le explicaremos que no queremos que desparezca el campo de fútbol en el que entrenan centenares de chavales, que no queremos perder espacio público, que necesitamos un gran parque público, que necesitamos espacios para el deporte de base, baloncesto, fútbol o balonmano , incluso pistas de padel, y si se quiere incluso cabría un mini-golf, algo a lo que pueda jugar cualquiera sin estar federado. Y que la gestión de ese espacio sea pública, sin cobrar por entrar al parque, y con precios populares para las instalaciones deportivas.

Por todo ello, exigimos la paralización inmediata de las obras, la demolición de cuanto ha sido construido ilegalmente, el cumplimiento estricto de la licencia de obras concedida por el Ayuntamiento de Madrid en 2003 y la participación de los vecinos en la definición y uso de este espacio público propiedad de los ciudadanos a fin de que puedan presentar alegaciones al proyecto inicial.

Vecinos de Chamberí